«La idea es tener siempre cosas por las que soñar»

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Compartimos la entrevista publicada en Diario Castellanos, donde Gonzalo Rodriguez entrevista al fundador de Agroads, rememorando los inicios y soñando con los próximos desafíos.

Lo que arrancó como una página de avisos clasificados del campo se convirtió en una pujante empresa rafaelina. Roberto Rodríguez, su creador, repasó el desarrollo del sitio, su evolución y adelantó los próximos objetivos. Entre otras definiciones habló de los dos propósitos que se comparten en el grupo: «transformar la forma de hacer negocios en el campo y hacer feliz a la persona que viene».

Por Gonzalo Rodríguez. «Cambiar es la norma» nos dice muy suelto de cuerpo, con pasión y con ternura Roberto Rodríguez. Un soñador, un emprendedor que nos recibe en las oficinas que Agroads tiene sobre Bv. Roca, mientras el miércoles apenas se despereza. Luego de un rápido recorrido por las impecables instalaciones, que incluyen metegol y mesa de ping pon, la charla fluye. «Mi vinculación con el agro en ese momento era un poco Remonda Castro y la revista Nuestro Agro. Yo de campo, cero, era estar ahí por actualizar una página web, al Cabo (Castro) le quemaba el bocho para actualizar su página, hacer cosas chiquitas. En ese proceso salió la idea de estar un poquito más vinculado al sector agropecuario, se veía que no había muchas cosas de clasificados de campo, menos on line. Lo que había era muy precario. Fue una especie de oportunidad de empezar a hacer algo propio» inicia Roberto.

agroads.com.ar se forjó en 2005 como una web de avisos clasificados del sector rural y a partir de allí no dejó de crecer. Hoy encontramos ofertas e información sobre distintos rubros agropecuarios, con todas las marcas representadas y una gama de productos inimaginable. Roberto tuvo el acompañamiento vital de Paula Denner, su esposa, quien no sólo es parte esencial de la empresa sino que además, como comprobaremos más abajo, empujó hacia ese click siempre necesario. No obstante Roberto recordó que «yo soy analista programador y esto nació un poco como hobby. Vos veías Mercado Libre creciendo, eBay, Amazon, era el sueño, decías quiero ser el eBay del agro».

-Entonces lo veías allá arriba, en el futuro.
-Lo veía, yo creía que esto iba a pasar. El comienzo era programar, programar, programar, funcionalidades, obsesión por eso. Yo no tenía esa mentalidad de negocio. Quería que haya gente, veía el día a día, cuántas preguntas se hacían, qué avisos había, una especie de juego. Era muy divertido porque todos los días hacías una cosita más. La verdad que me encantaba. Empezabas a salir a las Expos y te chocabas con la realidad… Campo, internet, vender…? «Olvidate flaco»…. Yo decía esto en algún momento va a pasar, va a demorar pero va a pasar. No había negocio detrás. Cuando comenzamos acá en Rafaela íbamos le sacábamos fotos a los usados, se los publicábamos a algunos gratis, otros cobrábamos $ 39 recuerdo en ese momento. Muchos habrán dicho «pobre flaco dale $ 40…».

-Pero la idea fue surgiendo. ¿Cómo comenzaron a evolucionar?
-Cuando nos dimos cuenta éramos 3 o 4, nos mudamos a la oficina que era la casa de mi tía, que si no me daba ese espacio no íbamos a poder poner nunca una oficina. Siempre fue apostar, mucho soñar y mucha perseverancia. Hoy ya tenemos un modelo de negocios, somos un poco más profesionales, pero en ese momento era poner el pecho y generar recursos. Los clientes venían solos, nosotros no teníamos vendedores. Fue un boca en boca que se fue dando. Cuando hablamos con Pauli a veces decíamos «gente que nunca vimos nos renueva la pauta». Nos dábamos cuenta que la cosa empezaba a crecer. Hoy tenemos entre 1 millón y 1 millón 200 mil visitas por mes. Pero en ese momento era tener 1000 visitas a mes, fue subiendo en escala. De un sitio de clasificados hoy lo estamos viendo como una especie de plataforma de negocios. Incluso las empresas del otro lado se están profesionalizando, te exigen muchísimo más, lo ven como un canal de ventas, están generando internamente pequeños grupos para gestionarlos como algo más serios.

-¿Qué cosas fueron cambiando en esa transición veloz?
-Hoy somos 15 trabajando, vamos a ser 17 dentro de poquito. Los desafíos son mucho más grandes hoy, antes no había nada, hoy todos están apostando a internet, es la plataforma del futuro. Hay una cuestión de maduración, antes poca gente tenía los ojos en internet y hoy todos tienen que tener una estrategia digital porque es un medio que te puede potenciar, te puede generar oportunidades o lo puede capitalizar la competencia y lo puede capitalizar. Entramos en una era súper competitiva, tenés que tener un buen producto, mucho servicio. Es apasionante por un lado, un sector muy muy dinámico.

-Además están también en un proceso de cambio.
-Estamos en una movida nueva con todo el equipo, un producto renovado, a mediados de febrero. Estamos con mucha ansiedad porque es un poco una evolución de lo que es el producto de Agroads. Empezamos a mejorar un poco la estética de producto y hoy ya estamos en un nivel de profesionalismo bastante más exigente.

-¿Cuándo y cómo tomaron la decisión y dijeron «nos dedicamos a esto»?
-Yo siempre decía «para 2010 esto va a explotar». En los primeros 3 años no había mucha tracción, pero llegó un momento que empezó a traccionar un poquito solo y el crecimiento se dio. Siempre fue orgánico, natural, ahora lo impulsamos más. Veías que si evolución más o menos se sostenía iba a ser otra cosa. Mudamos la oficina en 2008, yo trabajaba todavía medio día, el resto estaba en la perfumería Cortassa. Llegó un momento en que había que dedicarle muchísimo más tiempo, sumamos otra persona. Recuerdo que estábamos de viaje por un casamiento, era diciembre-enero, cuando cae muchísimo el tráfico y después empieza a retomar. Estando allá era como que se venía el mundo abajo, se caía Agroads. Pauli fue la que me llevó a apostar por esto, «apostemos 100%» me dijo cuando yo creía que se caía. Yo lo tomaba más como un hobby, crear, programar, el negocio estaba pero no estaba en mí la veta de explotarlo comercialmente. Buscamos un comercial, una persona más de marketing, empezamos a tomarlo más como un negocio. Hoy más que nunca estamos entrando más en el ejecutivo de cuenta, cartera de clientes, rendimiento, en relacionarnos más con el cliente. Sigue evolucionando ese profesionalismo.

-La energía se puede palpar en lo que hacen, incluso en esta oficina, propia de un idealista creativo. Pero ahora se tienen que ocupar de sueldos y el resto de obligaciones de cualquier empresa. ¿Cómo se hace para no perder naturalidad y espontaneidad en el camino?
-Es difícil y es un desafío. En Agroads tenemos dos propósitos: transformar la forma de hacer negocios en el campo y hacer feliz a la persona que viene. Y lo decimos acá, es un compromiso. Hoy el compromiso se redobla porque es más personas, más desafíos, más competencia, más profesionalismo, vinculado a una cultura abierta, una cultura de colaboración, de innovación. Eso implica todo el tiempo estar cambiando. Cambiar es la norma, si no estás cambiando te estás muriendo. Eso implica tener cierta predisposición a ese cambio. Cuando el equipo se va agrandando obviamente el desafío se va haciendo más grande. Es responsabilidad nuestra que eso suceda. Yo puedo tirar excusa para acá, para allá, pero si eso no sucede es porque no estaremos haciendo un esfuerzo mayor. Después obviamente es un trabajo en equipo y todos tienen que dar su parte y demás. El desafío es continuo, la idea es siempre tener cosas por las que soñar. Queremos que la gente se levante con ganas de venir, lograr eso en el tiempo y cuando sos más la cuestión es compleja. Debería haber formas creativas diferentes de hacerlo, así que vamos a intentarlo.

 

Lo que viene
Roberto Rodríguez deja en claro todo el tiempo que el desafío es «cambiar», «innovar», y redoblar esfuerzos. En ese camino, y tal como expone en la charla, en algunas semanas presentarán un nuevo desarrollo de Agroads.
Asimismo plantean la continuidad de la empresa, con propósitos a plantear en los próximos años: «queremos posicionarnos como líderes del mercado en Argentina, estamos viendo en Brasil una oportunidad, es un mercado enorme, dificilísimo, pero también otro sueño que está ahí dando vuelta. ¿Y por qué no?».
«Por un lado tenés miedos porque no sabés qué va a pasar con esto, proyecciones, cuestiones de la tecnología, no sabés qué va a pasar y qué no. El punto es crear y en el medio hay cosas que funcionan y otras que no. Pero igual aprendés» cerró Roberto.
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